La secuencia comienza cuando el padre se
abrocha la camisa que estrena. Roby usará los jeans de siempre, a lo sumo una
camiseta sin inscripciones densas.
La cena transcurrirá en uno de esos
restaurantes donde el mozo se enoja si pides lo que de verdad te apetece (no,
acá no servimos pastel de papa).
He ahí a los tres, en una mesa
almidonada.
El padre nervioso, más mudo que nunca y torpe como suele, pide un
vino oscuro de precio desmedido. Roby, claro que intenta mantenerse despabilado y puros modales. Elena, anillos, vestido manguita drapeada,
bucle, desgrana CV sin que nadie lo solicitara, subrayando su reciente pasión
por los caballos.
Roby, lego en materia equina, simula interés en ese punto
mientras sopesa a esta mujer que recién conoce. Ella no es linda, piensa,
pero es laica; poco inteligente no obstante expansiva, charleta y estrábica. Le pone un 6 que no
es mala nota.
A los postres, el padre se dispone a
soltar lo que trae ensayado. Se aplacan cubiertos y planean servilletas. Tomando en cuenta –declara el hombre- que pasaron cinco años desde que he
enviudado, creo que es tiempo de rehacer mi vida y me gustaría, me encantaría
para ser exactos, que Roby estuviese de acuerdo en que nosotros tres
viviéramos en familia.
Silencio, silencio.
Elena mira a Roby, él no mira a nadie.
Y aunque ha extrañado horriblemente a su madre
cada día de esos cinco años y lleva en el bolsillo cierto caracol del último
verano que pasaron juntos, y aunque no
resistirá que se usen las tacitas que ella coleccionara ni los espejos ni los
cajones ni recoveco de la casa que la evoque, y aunque en ese instante quisiera
salir corriendo aullando y puteando, Roby dice
por supuesto, no tengo problema. Y lo dice porque también venía extrañando
que su padre deseara al menos estrenar camisa.
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18 de agosto de 2015
TE EXTRAÑO
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A mi me tocó aceptar la nueva mujer de mi papá y fue horrible. Todavia hoy recuerdo el dolor. Y fue buena pero nunca la quise. Después murió papá y ya no tuve que verla.
ResponderEliminarPatricia: la constitución de esas nuevas familias suponen siempre una cuotra de incertidumbre, miedo, y un esfuerzo inédito. Esfuerzos fallidos a veces, que son obsoletos de inmediato. Y en ocasiones un gran sufrimiento marca a todos los miembros, aunque cada uno tendrá una versión sobre lo ocurrido y sobre lo que nunca debió ocurrir.
Eliminar¡Excelente, Marta!
ResponderEliminarGuillermo, muchas gracias. Un placer tenerte de lector, tanto como leerte!
ResponderEliminar"Y lo dice porque también venía extrañando que su padre deseara al menos estrenar camisa." Muy bueno. Por la vida!
ResponderEliminarEle, sí, por la vida.
EliminarEl padre necesita que lo dejen querer de nuevo, ilusionarse. Y el hijo, llevando la memoria de la madre en mano, da una especie de permiso en nombre de ella y de él mismo.