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Cloe
(11 años), Javier (13 años) en el patio de la escuela besos y besos. A la
semana finalizan las clases, ella se muda de barrio.
Cloe
(16) y Javier (18) se topan en un shopping. Hablan de a montón; después hacen
el amor, ella clara y declaradamente inexperta, él otro tanto pero no lo
sabe.
Cloe
(25) devotísima de una nueva pareja, en una reunión de ex alumnos, se sienta
junto a Javier (27)enamoradísimo de una morocha. De inmediato combinan una
escapada al mar, apenas por el fin de semana. La culpa impide el disfrute y
deciden retornar. A punto de despedirse, sin embargo, ella conoce el placer,
él la terneza sin límite y el abrazo redentor.
Cloe
(41) de nuevo separada, cuando su padre derrapa en el tobogán de la demencia
senil, recurre a Javier (43, casado, dos hijas) neuropsiquiatra de prestigio.
En cuanto ingresa al consultorio sabe de golpe que ese hombre ha sido el amor
de su vida, en tanto él jamás ha dejado de pensar en ella, de invocarla. Allí
mismo besos y besos.
Cloe (43,
separada) y Javier (45, divorciado, dos hijas), comienzan a vivir juntos,
adoptan una perra, alquilan una casa con huerta. Y en el patio de esa casa,
25 años después, henos aquí a los invitados: se casan, con alianza de oro,
ramo de novia, y pastel de pisos y merengue.
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14 de agosto de 2016
CLOE Y JAVIER
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