6 de abril de 2016

CUALQUIER EXCUSA





-¿Le contó?
-No.
-¿Nada?
-Nada.
-¿Para qué callarlo?
-¿Para qué? No sé “para qué”. Lo que sé es que no puedo contárselo a Toby. Cómo le explico a Toby que aquél cabrón era mi tío, que yo tenía 12 años con tetitas y menstrua, que cuando ése más me manoseaba yo más paralizada me quedaba, que no le dije a mis padres, que junto con mi tía me llevó de vacaciones y logró sacarme de la playa con cualquier excusa para obligarme a.... Si no nos hubiéramos mudado, no sé cómo habría terminado el asunto. Y ahora, cualquiera pensará que callé por tonta: no era amenazada, iba cuando me lo ordenaban, sin chistar. Cualquiera podría pensar que me gustaba incluso, que estaba entrando en la edad de, buscando con, dispuesta a.
-¿Cualquiera podría pensar eso?
-Sí, cualquiera. Hasta usted que es mi analista puede pensarlo; en los libros de psicología hablan tanto del deseo y de Deseo con mayúscula que no sé. Y podría pensarlo Toby que le gusta estar conmigo, que cree que soy linda, buena. Si supiera lo que viví entonces, huiría: no puedo darme el lujo…
-Lujo sería que él no huya aun sabiéndolo.



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